domingo, 24 de febrero de 2013

La cebada verde: un alcalino que regula el organismo


El organismo necesita un grado de Ph óptimo para que sus órganos funcionen. La alimentación actual aporta demasiados elementos acidificantes. Este exceso produce dolores (reuma), problemas degenerativos, lesiones en la piel (dermatitis, soriasis y dermatopatías). Con la cebada verde podemos compensar este exceso de ácidos.



Para compensar una alimentación incorrecta y un modo de vida estresante que perjudica directamente a nuestra salud, la población tiende a consumir complejos vitamínicos sintéticos. Este tipo de productos, si se toman en exceso, pueden llegar a tener efectos secundarios. Por ello, la mejor forma de aportar, de forma natural, lo que nuestro cuerpo necesita es a través de la cebada verde, que contiene vitaminas, minerales, oligoelementos, betacaroteno, aminoácidos y enzimas. Elementos estos que, mediante una acción sinérgica, favorecen el estado nutricional de la persona que lo consume.

Produce un equilibrio perfecto entre vitaminas, minerales y enzimas, sustancias todas ellas necesarias para el correcto funcionamiento del organismo. Esto es debido a que, las hojas jóvenes de la cebada son recolectadas en el momento en que su actividad está en su punto más alto.


Lo ideal sería poder consumir las hojas de forma directa, pero no es posible porque en ellas hay gran cantidad de fibra que recubre los nutrientes. Esto hace que el cuerpo humano no las pueda digerir bien.

Tras muchas investigaciones, se descubrió un método para poder ingerir la cebada verde, aprovechando todas sus sustancias y sin perder ninguna de sus beneficiosas propiedades. En este proceso, las hojas de la planta se lavan en profundidad y se les extrae el zumo. En cuestión de segundos, éste es deshidratado,
transformándose en un polvo que mantiene todos los benefi cios y que se absorbe muy fácilmente por el organismo. Se consigue, de esta forma, la llamada esencia de cebada verde.
Otro de los elementos importantes que tiene en gran cantidad la cebada verde es la clorofila; la llamada sangre verde. Los corpúsculos de la clorofila de las plantas y los de la sangre humana tienen una estructura molecular muy parecida, por lo que se podría decir que son “análogas”.

Una de las cualidades que tiene esta sustancia es la de reforzar el sistema digestivo. Por eso, la esencia, al contener una alta concentración de clorofila, consigue un efecto desintoxicante del intestino. Además este elemento vegetal tiene el poder de cicatrizar heridas y reducir inflamaciones, tanto internas como externas.
Otro de los beneficios de esta planta es su eficacia contra la halitosis y el mal olor corporal. Estos problemas, a pesar de no ser enfermedades, son perjudiciales para la vida social y familiar de quienes los padecen. El mal aliento está causado normalmente por la piorrea o los desarreglos estomacales. Dado el poder antiinflamatorio que posee la esencia de cebada verde, se puede eliminar esta molestia desde
la raíz. En el caso del olor corporal, se vuelve desagradable cuando es atacado por bacterias. Así que la forma de detenerlo es cortar la incubación de las mismas. Para conseguirlo, se pueden colar los componentes solubles del preparado con papel de filtro, para después, en frío, mezclarlos con crema. Una vez ligado, la pomada se puede aplicar en zonas que resulten especialmente conflictivas, como suelen ser las
axilas o en cualquier otra parte del cuerpo.
Además de todo esto, la cebada verde ayuda a tener un aspecto mejor y más joven. Sus componentes previenen la oxidación de las lipoproteínas, evitando de esta manera el endurecimiento de los vasos sanguíneos y retardando el proceso de envejecimiento. Cuando los órganos internos no funcionan bien, la piel pierde brillo. Pero esto se puede corregir gracias a esta planta, ya que mejora el funcionamiento de los órganos y corrige la acidificación. Del mismo modo, es efectiva contra el acné y las manchas cutáneas, logrando así una piel limpia y luminosa.

Forma de tomar
La mejor manera de consumirlo es adquirirlo en forma de polvo o pastillas. En España, la única empresa que lo comercializa es El Granero Integral, con el nombre de “Green Magma”. Para su elaboración no se utilizan pesticidas. Además es biológico, lo que aumenta la disponibilidad porque el organismo lo absorbe mejor.
Para tomar el polvo, lo mejor es mezclarlo con agua fría o zumo. Si se diluye en líquidos calientes, la clorofila y las enzimas que contiene se vuelven inactivas. También puede tomarse sin disolver, si así se prefiere. La dosis recomendada para adultos es de 2 ó 3 cucharaditas, de 2 a 3 veces al día. Si se excede esta cantidad, no supone ningún problema, ya que está compuesto en su totalidad por sustancias naturales, sin que tenga, por tanto, efectos secundarios. En el caso de las pastillas se tomarán 8 comprimidos dos veces al día. Media hora antes de las comidas.

Según lo que se quiera tratar, como por ejemplo problemas digestivos, la cebada verde tiene efectos inmediatos. Sin embargo, en algunos casos que puedan ser más severos, hay que ser constantes y esperar un tiempo para ver los resultados. Generalmente, los beneficios se aprecian aproximadamente pasados tres meses. Esta planta es beneficiosa para los niños a partir de los dos años. En la actualidad, la alimentación
de los niños es deficiente en productos verdes. La cebada les aporta los nutrientes que no les proporciona la comida diaria. Se ha comprobado que cuando llevan un mes y medio consumiéndola, tienen más apetencia por los alimentos verdes.

En definitiva: la cebada verde mejora la salud, aporta energía, mejora el aspecto y ayuda a sentirse mejor, contribuyendo de este modo a alargar la vida.

Fuente: Instituto Biológico de la Salud


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